Un día histórico

Hoy es viernes 27 de Mayo, momento cumbre de la Semana de la Paz y la Solidaridad en Mazara del Vallo, Sicilia. Despuntaba el día y una agradable brisa, procedente del canal de Sicilia, nos acariciaba mientras un cálido sol iba dominando la bahía mediterránea.

A través de los siglos, la historia se ha ido fraguando en estas costas, cuna de grandes filósofos y científicos como Empédocles y Arquímedes. Pero tal y como yo lo veo, la historia se escribirá hoy en el corazón de las personas invitadas a escuchar a uno de los mayores embajadores de la paz jamás conocidos.

Por la mañana, en el ayuntamiento de la localidad, los estudiantes e invitados se reunieron para asistir al fallo del concurso literario sobre el tema: “Paz: Una herencia de la humanidad y un derecho humano” al que estudiantes de diferentes grados presentaron sus ensayos, para hacer de la paz una realidad.

El entusiasmo y la pasión por la paz se reflejaban en las preguntas que se formularon después de la conmovedora intervención de Prem Rawat. La profundidad de sus palabras emocionaron a los asistentes en el interior de ese hermoso y centenario edificio. El alcalde Nicolò Cristaldi y los invitados, entre los que se encontraban la señora Souad Sbai, miembro del Parlamento Italiano, fueron cautivados por su frescura y humor, así como por la sencillez y el ingenio de sus respuestas a las preguntas que los estudiantes formularon sobre el tema de la paz.

Concluida la ceremonia, los asistentes se dirigieron a la Piazza Mokarta, una enorme plaza con unas hermosas vistas al mar. El motivo era el descubrimiento de una enorme estela de mármol rosáceo tallada por un escultor de Mazara, grabado en ella, se podía leer un lema de Prem Rawat: “La paz comienza en el corazón de todos los seres humanos”. La frase está esculpida en cuatro idiomas, incluido el esperanto, y el árabe será añadido posteriormente.

Todos estos acontecimientos culminaron con la conferencia que Prem Rawat ofreció a los más de 1.200 asistentes que se congregaron en la plaza para escucharle hablar.

No sé a qué es debido, pero el hablar y trabajar por la paz durante todo esta semana, ha aumentado el sentimiento de paz y alegría en mi interior y no ha sido solo una circunstancia individual, ya que otras personas, con quienes compartí mesa durante una comida, tenían también el mismo sentimiento tras el evento matinal. Todos sentimos lo mismo. Comparado con la población mundial, tan solo unas pocas personas estuvieron presentes en la Semana de la Paz, pero como el alcalde Cristaldi y el Sr. Rawat coincidieron en señalar, las grandes transformaciones comienzan con las cosas pequeñas, igual que las diminutas semillas, al germinar, terminan por convertirse en un bosque. Estar presente en ese lugar me hizo sentir que estaba siendo testigo de un acontecimiento histórico.

Mazara del Vallo celebra la Semana de la Paz

 

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