Helen Caton viajó desde su hogar en el Reino Unido para unirse a la celebración de la Semana de la Paz y la Solidaridad, del 23 al 28 de Mayo, en Mazara del Vallo, Sicilia. Esta es su historia.
Llegamos a la ciudad de Mazara del Vallo una tranquila tarde, con los últimos reflejos del sol perdiéndose en el mar en calma y la luna alzándose sobre el claro cielo. Caminando por la ribera hacia alguno de los muchos restaurantes, te sentías completamente relajada. Estos, están especializados en mariscos, pizzas, caldos sicilianos y el mejor café del mundo, todo servido sobre blancas y almidonadas mantelerías y a la antigua usanza.
Este apacible escenario ocultaba la tragedia ocurrida a pocos kilómetros de distancia, antes de la llegada de Prem Rawat a la isla. Cerca de 240 personas perdieron la vida, cuando un barco con exceso de pasaje, que huía de los conflictos norteafricanos, buscaba refugio. Esta tragedia centró el debate que tuvo lugar en el ayuntamiento de la localidad el miércoles por la noche y en el que Linda Pascotto, presidenta de la Fundación Prem Rawat, estuvo presente.
En el acto, escuchamos a eminentes académicos y políticos disertar sobre las diferentes causas que habían originado el conflicto y sobre las soluciones políticas, sociales y educativas. También pudimos escuchar acerca de la cordialidad de los habitantes de Mazara del Vallo hacia otros refugiados que tuvieron la fortuna de llegar a salvo hasta el puerto de la ciudad. Me sentí conmovida con la intervención de Linda, señalando cómo el sentimiento de paz interior, es, en sí mismo, una solución. Escucharle hablar sobre el mensaje de paz de Prem Rawat en el contexto del reciente conflicto, resultaba un contraste abrumador.
El viernes por la tarde retomamos la cita en el ayuntamiento. Prem Rawat estuvo presente en la entrega de premios a los ensayos literarios. El mensaje que Prem Rawat hace llegar a todo tipo de audiencias alrededor del mundo, fue el tema elegido para el certamen. Los finalistas escribieron unas narraciones conmovedoras. Uno de los grupos premiados, de una escuela local, donó el premio consistente en un notebook, a una entidad de caridad de la zona, otro ejemplo del espíritu generoso que reina en Mazara. El ganador del primer premio propuso una presentación multimedia para mensajes de paz.
Además de las celebraciones por el éxito de los ganadores, la atmósfera estuvo marcada, una vez más, por los discursos políticos, en particular, por el de una mujer, miembro del parlamento, que expresó su dificultad para hablar en términos de paz. Su rostro tenía el aspecto de el de alguien que se siente afectada por el sufrimiento de los demás, y esa sed de paz. Mientras Prem Rawat hablaba, parecía que incluso él mismo se había sentido conmovido con sus palabras. Hizo que la paz pareciese algo cercano, posible, incluso en medio de situaciones conflictivas y del sufrimiento.
Nuestra siguiente parada aquella mañana fue para descubrir una estela, una hermosa pieza de mármol de tono rosáceo más alta que mi talla, grabada se podía leer una cita de Prem Rawat: “La paz comienza en el corazón de todos los seres humanos”, en italiano, francés, inglés y esperanto. El descubrimiento tuvo lugar en una plaza cercana a los restos de un castillo medieval, que en su día tenía vistas al puerto y al mar. El evento atrajo a la prensa, una desfile de coches policiales y a una entusiasta multitud.
Para concluir la velada, disfrutamos del espectáculo final de la Semana de la Paz y la Solidaridad: música, baile e intervenciones de los oradores en una plaza cercana a la recién desvelada estela de mármol. Personas de todas las edades se acercaron a escuchar. Había gente que miraba desde sus balcones y niños que jugaban en el parque. La intervención de Prem Rawat comenzó con una historia y un chiste, que me hicieron sentir como si me lanzara un desafío: hacer de la paz una realidad en mi vida, ver la humanidad en cada uno. En cada uno. Utilizar mi ingenio y vivir con honradez.
Sus palabras hicieron que la paz se sintiera tan posible, a pesar del conflicto que tenía lugar a unos poco más de 100 kilómetros, cruzando el mar. Espero recordar siempre sus palabras de aliento: “Si quieres ser rico, sé generoso. ¿La forma más rápida de ser poderoso? Sé amable. ¿La forma más rápida de encontrar la paz? Mira en tu interior”.
*Fotos por cortesia de: Helen Caton
