Un grupo de amigos organizó recientemente una exitosa feria en Ventura, California, recaudando 5200 dólares para la Fundación Prem Rawat (TPRF). Laurence Swift comparte su historia.
Durante un soleado fin de semana de agosto, el garaje y el jardín de mi amigo Terry se convirtieron en el escenario de la feria más memorable que podría haber imaginado.
Todo comenzó con el objetivo de recaudar fondos para la Fundación Prem Rawat (TPRF). Tras casi un año dándole vueltas a esta idea, consulté con los expertos en organización de eventos de la TPRF para obtener su asesoramiento. A continuación se la presenté a unos amigos de la zona de Ventura, ya que todos compartíamos el mismo interés en apoyar la labor de la Fundación.
El entusiasmo creció rápidamente y enseguida se formó un equipo, pero el proyecto carecía de un lugar adecuado. Todo esto cambió cuando Sara, una de las persona implicadas, coincidió con su amigo Terry en la consulta del médico y le habló de esta idea. Posiblemente, Terry no era muy consciente de lo que suponía involucrarse en el proyecto, (los demás tampoco), pero se unió y además, nos ofreció su casa para celebrar la venta.
Tras mandar unos correos electrónicos a todos nuestros amigos, muchas personas nos ofrecieron su ayuda y comenzamos a recibir artículos donados para la venta. Tres personas ofrecieron su casa como lugares de depósito y otras cuatro se ocuparon del transporte. En total, más de 50 personas donaron objetos de arte, ropa, libros, joyería, artículos deportivos, muebles, equipos médicos, equipos de jardinería, electrodomésticos, !de todo! Creo que todas estas personas estaban contentas de tener una buena razón para deshacerse de cosas que «nos siguen gustando mucho, pero en realidad ya no necesitamos».
A medida que se aproximaba la fecha, más y más artículos fueron depositados y llevados a casa de Terry. Él y un pequeño equipo de ayudantes pasaron muchas horas clasificando, colgando, colocando y poniendo precio a todos ellos. Se prestó especial atención a la promoción del evento a través de anuncios en los periódicos locales y en las web Craigslist y nextdoorneighbor.com. Se repartieron folletos entre la gente del barrio. Un diseñador gráfico elaboró señales indicativas del lugar de la venta para informar a las personas que circulaban por las calles de alrededor.
En realidad, la venta comenzó extraoficialmente antes de la fecha prevista. Unos días antes, cuando aún estábamos organizando las cosas, vino una señora que pagó mucho dinero por unos pocos artículos. Cuando se enteró del propósito de la venta decidió no regatear el precio. Resultó que su marido era de Nepal y cuando le enseñamos el video sobre los esfuerzos de la TPRF para paliar los efectos del terremoto, se mostró muy conmovida.
Otra señora también nos llamó unos días antes de la venta porque vio un precioso conjunto de comedor, gracias a los anuncios en Craigslist. Tampoco regateó el precio cuando se enteró de que era la TPRF. Daba la casualidad que había adoptado un niño de Nepal y también se sintió muy conmovida por la labor que la TPRF realiza allí, a raíz del terremoto. Sintió no haberse enterado antes de la iniciativa pues le hubiera gustado donar algunos artículos.
El primer día oficial de la venta, 12 voluntarios se presentaron para ayudar a los clientes. Esto ya no era una feria sino un pequeño mercado de pulgas. Se vivió como una fiesta, tanto por parte de los clientes como de los voluntarios. Todas las caras mostraban una enorme sonrisa.
El último día, decidimos regalar a cada niño un juguete o un libro. Algunos de los niños venían obligados por sus padres, pero se fueron con una sonrisa tras recibir su regalo.
Durante estos dos días increíbles, saludamos y conocimos a mucha gente, les ayudamos a encontrar el artículo adecuado, recibimos cientos de billetes de un dólar, disfrutamos del ambiente y tuvimos la oportunidad de dar a conocer la Fundación. Muchos expresaron su agradecimiento por lo que estábamos haciendo y por lo que hace la TPRF, y muchos se llevaron folletos a casa para saber más acerca de su labor.
Se cumplieron nuestras expectativas y la venta fue un éxito. ¡Pudimos donar 5200 dólares a la TPRF! Nos gustaría dar las gracias a todos los que participaron. Y no podemos agradecer lo suficiente a la Fundación y a su fundador, Prem Rawat, por su inspiración para apoyar la paz, la dignidad y la prosperidad en todo el mundo.











