Lenore Bryck es una profesional de la salud y educadora, que proporciona terapia de alivio del dolor y formación en salud holística a pacientes con dolores crónicos y otras enfermedades. En la actualidad escribe blogs sobre el Programa de Educación para la Paz (PEP), en Sudamérica. Recientemente, Lenore entrevistó a Edwin López, que coordina el PEP en varios grupos en Perú.
La sociedad actual tiene la tendencia de marginar a los mayores, pero Edwin López, de 83 años de edad, jubilado como ingeniero civil y voluntario desde hace muchos años, rechaza esta actitud. En lugar de eso, apoya a los demás, incluidos aquellos que se ven privados de sus derechos, como los reclusos y las personas mayores. En nuestra conversación, comparte su experiencia como voluntario del PEP, algo que le hace comprender la humildad al ser testigo de la transformación que experimentan las personas a medida que descubren su propio valor y su paz interior.
«Tranquilidad digna» es como define el Sr. López la forma en la que coordina los talleres del PEP, para que los asistentes puedan escuchar sin distracciones. La dignidad es mucho más que una palabra bonita en los objetivos de la Fundación Prem Rawat (TPRF). Mientras avanza la conversación, me doy cuenta de que está integrado en todos los aspectos de su labor y que guía modestamente cada paso del método del PEP.
Lenore: ¿Cómo crea un entorno propicio para el aprendizaje?
Edwin: Mi objetivo es respetar la dignidad de los participantes y no interferir en su proceso personal.
Lenore: ¿En qué medida su trabajo con un grupo le ayuda o facilita su presentación a otros grupos?
Edwin: Entiendo la necesidad de seguir aprendiendo igual que los demás. No quiero que me vean como un líder que conoce todas las respuestas y sabe más que nadie. Ya no estoy mucho tiempo de pie. Cuando hablamos, me siento junto al grupo. Pueden sentir que mis necesidades son las mismas que las de ellos. Se sienten más relajados y confiados, y no como: «Voy a decir algo profundo para que el profesor me ponga una buena nota». Ellos no se sienten juzgados.
Lenore: ¿Qué diferencias y similitudes ha observado entre los diferentes grupos respecto al PEP?
Edwin: Me doy cuenta de que las personas confinadas en una cárcel están allí por algo que han hecho, pero ese confinamiento a veces les puede ser útil, les empuja a la reflexión y a concentrarse más. Por lo tanto, los reclusos, irónicamente, tienen una oportunidad única para reflexionar porque se encuentran confinados, si les llega la información apropiada.
Lenore: Eso es bastante paradójico, quizá aquello que llamamos libertad no siempre ayude a la gente a descubrir, realmente, su propia libertad. ¿Y cómo responden las personas mayores que han disfrutado de una larga vida con creencias arraigadas?
Edwin: A veces vienen con sus creencias muy arraigadas. Simplemente les digo que no se trata de una filosofía o de una religión y que, si les gusta, sigan escuchando ya que pueden descubrirlo por sí mismos. Este programa trata sobre lo que ya tienes en tu interior. Es para ti, para sentir paz individualmente.
Lenore: ¿Cómo le afecta personalmente esta labor que lleva a cabo?
Edwin: Cuando era más joven, me sentía como un extraño en una tierra extraña. Estudié administración de empresas y aprendí a abrirme camino por mí mismo, a competir en un entorno hostil. ¿Cómo podía decir a mis hijas que continuaran en esta selva? Como un gato callejero buscaba entre las basuras para satisfacer mi hambre. Entonces tuve la fortuna de encontrar a Prem Rawat y de aprender a encontrar las respuestas en mi interior. Siento un gran agradecimiento y quiero corresponderle hasta el final de mis días.