La Fundación Prem Rawat (TPRF) se complace en anunciar a la ganadora del concurso de su nuevo logo, que comenzó hace cerca de un año con una invitación a los colaboradores para que enviaran sus ideas creativas. Después de seleccionar entre más de 150 presentaciones de 107 participantes, el fundador de la TPRF y su presidenta, Daya Rawat, seleccionaron un sorprendente diseño realizado por Dayana Mayorga como nuevo logo de la organización.
Cuando vieron la obra de varios finalistas, ambos coincidieron rápidamente en que la presentación de Dayana, «era sin lugar a dudas la elegida», comentó Daya.
«Nos gusta porque es sencillo, combina agradablemente el espacio positivo y negativo. Tiene equilibrio sin ser completamente simétrico. Es estéticamente agradable y, creo que capta la esencia de la Fundación sin ser demasiado explícito —añade Daya—. Nos agrada que las manos indican la idea de ayuda, apoyo o mostrar el camino. Depende de cómo lo mires puedes ver también un río, montañas, el planeta, el sol y el cielo. Además, es muy versátil. Resulta atractivo en diferentes colores y funcionará en otros espacios además de la página web».
Dayana está encantada de que su diseño fuera seleccionado.
«Cuando recibí la carta de Daya en la que me informaba que había ganado el concurso, comencé a saltar de un lado para otro. Estallé de alegría», comentó.
Dayana, diseñadora gráfica nacida en Ecuador y residente en París, estuvo durante cuatro días generando ideas para el diseño junto a su esposo Patrick. Inspirándose en la visión de Prem Rawat de la Fundación para que las personas puedan vivir su vida con dignidad, paz y prosperidad, Dayana buscó un símbolo que sutilmente tuviera la capacidad de comunicar esos temas.
«Las manos representan un rasgo común de los seres humanos en este mundo. No existe diferencia entre las dos manos —tienen la misma forma, color y tamaño—. El dador y el receptor están al mismo nivel porque el dar y el recibir pueden realizarse con dignidad. Las manos intentan alcanzarse una a la otra —esto puede ser durante el tiempo de necesidad o simplemente para conectarse, para sentir paz—, explica. Están situadas dentro de la esfera, que representa el planeta. Pero existe un espacio entre ellas, abierto a la prosperidad. El círculo puede ser dorado para asociarlo con el sol y la luz».
Ver el logo utilizado por la TPRF le da a Dayana la sensación de que «estoy participando de una forma real en favor de la paz en este mundo —dice—. Me veo reflejada en el diseño y siento la energía y el cariño que hemos aportado. Espero que los demás puedan sentirlo también».
Daya piensa que el concurso fue un éxito rotundo. «Fue inspirador recibir tantos diseños y ver cuánta dedicación y energía se ha puesto —afirmó—. Gracias a todos los que compartieron su energía creativa e ideas con nosotros».











