El Programa de Educación para la Paz (PEP) recibió una cálida acogida en la reciente Conferencia Internacional de la Asociación de Correccionales y Prisiones (ICPA) celebrada en Montreal, Canadá, que reunió a profesionales de 70 países con el objetivo de mejorar las prácticas para reforzar la seguridad pública. El programa recibió elogios por demostrar que inspira a los reclusos a tomar mejores decisiones en la vida, tanto en prisión como fuera de ella. Durante la presentación de la conferencia, Terrence Mathews, consejero en el Centro de Detención Metro West de Florida comentó a sus homólogos internacionales que estaba sorprendido por los resultados del programa. «Me gusta describir el PEP como visualmente transformativo. Y digo esto porque he visto cambios en los asistentes, ―comentó―. Algunos de ellos con problemas de conducta y adaptación han dado un giro de 180 grados. Todos los participantes se marchan mejor que antes». Al igual que otras iniciativas presentadas en la conferencia de la ICPA, el PEP no solo está dirigido a los internos. El programa se ha ofrecido también a profesionales de las fuerzas del orden y correccionales en todo el mundo, ayudándoles a mantenerse más tranquilos y más centrados en sus estresantes condiciones laborales. «El impacto de este programa va más allá de los internos, ―dijo Terrance―. Yo mismo me he beneficiado de él y he observado el efecto tan positivo que ha tenido en los funcionarios que acompañan a los participantes». Representantes de la Fundación Prem Rawat (TPRF) se reunieron personalmente con cientos de asistentes a la conferencia, y repartieron más de 400 copias de material audiovisual sobre el PEP. Muchos de los asistentes ya estaban familiarizados con el programa ya que estaba en marcha en su centro penitenciario o habían leído acerca de él en el boletín de verano de la ICPA. Además, en la conferencia se mostró el galardonado documental «Inside Peace» provocando las lágrimas de un grupo de delegados por cómo transmitió poderosamente el impacto que la educación para la paz tuvo en un grupo de reclusos de Texas.
El Programa de Educación para la paz se ha traducido a 37 idiomas y se ha ofrecido en 84 países, pero los voluntarios de la TPRF esperan que se inicien más talleres después de la conferencia. En este momento se encuentran ocupados con todos los contactos que hicieron de Canadá, EE. UU., Uganda, Kenia, Japón, Australia, Kurdistán y más allá. «Para mí lo más destacado de la conferencia fue formar parte de un maravilloso equipo centrado en compartir las buenas noticias sobre el PEP. La naturaleza global del voluntariado del programa me sigue fascinando, ―contó la voluntaria Annelies Bertsch―. El hilo común entre los delegados fue el interés y la pasión por ayudar a hacer de este mundo un lugar mejor para todos». Michael Klamph, otra voluntaria para la campaña de difusión de la conferencia señaló que se requirió un gran trabajo de equipo. «Me gustaría dar las gracias a todos los voluntarios que hicieron posible nuestra presencia en la conferencia, incluyendo a aquellos que diseñaron la exhibición y los anuncios, así como a todos los generosos contribuyentes que financian el trabajo de la TPRF».
Traducción de las citas recogidas en la imagen recogidas en el centro de Detención de Miami: «Cuando me pregunto qué hago aquí y adónde voy, encuentro en ocasiones que estoy en paz. Hoy estaba en paz, y por eso sonreía. Alguien me preguntó por qué sonreía y le dije que hoy tenía el taller sobre la paz». «Si hubiera sabido entonces lo que sé sobre esta clase, no hubiera terminado en prisión. Se lo comenté a mi esposa y ahora ella ve los videos de Prem Rawat en línea». «Sentir plenitud es una elección, cada día sentir la felicidad del momento. Mi mente me dice que debo sentirme triste… estás en la cárcel… pero mi corazón me dice: no te preocupes por lo que has perdido, disfruta de lo que tienes. Esto cambió totalmente mi forma de ver la vida».











