Miembros del equipo del PEP, de izquierda a derecha: Carroll Klein, Donna Peskin y Chris Taney.
El año pasado el Programa de Educación para la Paz (PEP), que ayuda a los internos a explorar sus recursos interiores y les permite vivir una vida en paz, se ofreció en 249 centros penitenciarios alrededor del mundo. Este programa comenzó su andadura en los centros correccionales de EE. UU., y se prevé que en un futuro continúe su crecimiento.
Recientemente, el programa de la Fundación Prem Rawat (TPRF) estuvo presente en la conferencia organizada por la Asociación Educativa de Correccionales en Columbia, Maryland, del 28 al 31 de marzo. Cerca de 175 funcionarios de prisiones y educadores de diferentes puntos de EE. UU. conocieron el PEP gracias a la labor creativa del equipo, entre ellos: Sherry Weinstein, Carroll Klein, Donna Peskin, Chris Taney, Clarita Lopez y Pat Barrett.
La TPRF fue la principal promotora de la conferencia y los representantes del PEP realizaron la presentación inaugural, llevaron a cabo una sesión de presentación en grupo y desplegaron una mesa con abundantes materiales impresos. Los asistentes recibieron un bolso de mano con más material sobre el programa. Los bolsos eran de un plástico sólido transparente, que se ajustan al protocolo de seguridad que los funcionarios disponen en sus puestos de trabajo.
«Este es el tercer año que asisto a la conferencias, y esta ocasión era muy especial. Teníamos una posición destacada —comenta Sherry, directora de desarrollo del PEP—. Resultó muy emotivo ver a todo el mundo con los bolsos del PEP».
El objetivo era dar a conocer el programa y los representantes del PEP comentaron que estaban satisfechos con los resultados. La presentación inaugural incluyó un video corto sobre el programa, y Sherry comentó: «En los días siguientes al evento, la gente se acercaba y comentaban que habían disfrutado mucho con el video. Reconozco que es un gran logro». Uno de los participantes está interesado en ofrecer el PEP, como parte de un programa de reinserción, en Goodwill Industries, y supondrá que por vez primera una organización benéfica nacional integre el PEP en su línea de trabajo. El equipo continuará ofreciendo apoyo a los educadores en los centros correccionales que participaron en ediciones anteriores; como una persona que conoció el programa el verano pasado y, desde entonces, se imparte en la cárcel de Virginia Occidental.
«Cientos de personas tuvieron la oportunidad de conocerlo en estas conferencias. Estrechar lazos con los responsables de prisiones es importante —comentó Carroll, especialista en marketing del PEP—. Programas como este que están dirigidos al corazón de las personas son los que faltan en los centros penitenciarios. Este programa ayuda a que los reclusos descubran sus fortalezas interiores, entre ellas la dignidad. Habitualmente nunca se percataron que, como seres humanos, poseían dignidad. Tanto a los presos como a los funcionarios, les encanta».
Stephen Steurer, director ejecutivo de la Asociación Educativa para Correccionales, ha sido un entusiasta promotor del curso y lo presentó personalmente a varios de sus colegas en la conferencia. En una carta que acompaña al curso, escribe que el contenido del programa «es de una calidad superior, sencillo de comprender y no confesional» y lo recomienda como «un medido efectivo que ayuda a potenciar la armonía entre los individuos y la comunidad».
Mientras tanto, el equipo del PEP se mantiene ocupado planificando esfuerzos para las próximas conferencias. Esperan tener una presencia significativa en la National Conference on Community and Restorative Justice, (Conferencia Nacional sobre Comunidad y Justicia Restaurativa), que tendrá lugar del 1 al 3 de junio en Fort Lauderdale, Florida, así como el CEA International Conference en Arlington, Virginia, del 12 al 15 de julio. «Poco a poco la voz se propaga y una conexión lleva a otra —comenta Sherry—. No siento que nos encontremos en segundo plano susurrando a la gente sobre la paz; cada vez más estamos situados en el centro y de frente».











