Prem Rawat culminó recientemente una serie de eventos en Italia recibiendo la distinción de ciudadano honorífico en la ciudad de Calatfimi, Segesta y en Palermo, la capital de Sicilia, donde instó al público a encontrar la paz en sus vidas.
El pasado 28 de junio, el Sr. Rawat se dirigió a cerca de 2000 personas en el antiguo Anfiteatro de Segesta, situado en las laderas del Monte Barbaro. Habló de la importancia de la paz y se le concedió la distinción de ciudadano honorífico, como parte de los actos llevados a cabo en esta especial Celebración de la Paz, que también contó con actuaciones musicales y las palabras del alcalde de Segesta, Vito Sciortino, entre otros.
El evento fue transmitido en directo a toda Sicilia a través de la radio y contó con una entrevista realizada al Sr. Rawat por parte de Salvatore Ficarra, un reconocido actor y cómico italiano. Al ser preguntado sobre la posibilidad de encontrar la paz en un mundo tan turbulento lleno de armas y guerras, Prem señaló a la luna que brillaba sobre el hermoso lugar al aire libre y dijo: «¿Ve usted esa luz en el cielo? Esa es la luna. No hace mucho tiempo, los seres humanos se propusieron ir allí y ante ese reto muchos dijeron: “No es posible”. Pero otros dijeron: “Sí, se puede hacer”. Personas como usted y yo viajaron a la luna y consiguieron aterrizar allí. Y fue gracias a las personas que dijeron: “Se puede hacer”, y no a las personas que dijeron: “No se puede hacer”. Yo estoy aquí en este escenario diciendo que es posible. Tenemos que elegir».
Al día siguiente, en una ceremonia especial en el Ayuntamiento de Villa Niscemi, Palermo, el alcalde Leoluca Orlando concedió al Sr. Rawat la distinción de ciudadano honorífico y Embajador de la Paz, título que recibió en el marco de la Declaración de Bruselas, que se estableció en el Parlamento Europeo en 2011, con el objetivo de promover la paz, la dignidad, la libertad y la igualdad. Acompañado en la ceremonia por cerca de otros 50 dignatarios más, el alcalde Orlando le dio las gracias por su labor en Sicilia y más allá y dijo: «Es un honor para el Ayuntamiento otorgar esta distinción a un hombre que, con coraje y determinación, ha luchado y se ha comprometido por la búsqueda de la paz y la afirmación de los derechos».
En mayo, Prem Rawat habló en seis eventos en la isla italiana de Sicilia, presentando su mensaje de paz a públicos diversos, desde presidentes y médicos a pacientes y presos. Pronunció el discurso de apertura ante miles de personas en la Convención Nacional de la Asociación de Donantes de Sangre, en el congreso «Medicina por la Paz» y en el evento «Compromiso con la Paz» en Mazara del Vallo, ciudad que lo designó ciudadano honorífico en 2011. También visitó una prisión y un centro de tratamiento de trastornos de la alimentación que han llevado a cabo el Programa de Educación para la Paz, de la Fundación Prem Rawat (TPRF), un curso que tiene como objetivo ayudar a las personas a descubrir sus propios recursos tales como la fortaleza interior y la capacidad de elegir.
Fundada hace más de 2700 años, Palermo es un crisol de culturas. Debido a su estratégica ubicación en el mar Mediterráneo, se la conoce como «la ciudad más conquistada en el mundo» siendo, históricamente, lugar de violentos conflictos políticos. Mas recientemente, los líderes políticos han tratado de cultivar la armonía entre vecinos y residentes, un esfuerzo que su alcalde, Orlando, dijo, se complementa con el trabajo de Prem Rawat y la TPRF, la fundación benéfica y humanitaria que ha fundado.
«La paz es necesaria para el éxito del bienestar y es fundamental para la dignidad de la persona —dijo el Sr. Orlando—. Palermo es una ciudad de paz multicultural».
Prem aceptó el título de ciudadano honorífico como un desafío que le anima a redoblar sus esfuerzos encaminados a cultivar la paz entre las personas de todo el mundo.
«Acepto este desafío que se me presenta y espero que mis esfuerzos contribuyan de forma positiva, no sólo en Sicilia, o en Italia, sino también en Europa y el mundo —dijo—. Yo sé que donde quiera que vaya y hable de la paz, las personas suelen ser muy escépticas. Pero estamos marcando una diferencia. El bosque no comienza por los árboles. Lo importante son las semillas. Estamos sembrando las semillas».











