La voluntaria de la TPRF Michel Klamph siente pasión por ayudar a los demás y trabajar en equipo para lograr objetivos humanitarios. Michel aporta a su actual puesto como directora de comunicaciones en el Programa de Educación para la Paz (PEP), una amplia y variada experiencia de 35 años en el área social.
TPRF: ¿Puedes contarnos un poco más sobre tu experiencia como trabajadora social?
M.K.: He trabajado en diferentes lugares como corporaciones, escuelas, centros gubernamentales, hospitales y centros penitenciarios. Mi carrera estaba enfocada principalmente en ayudar a aquellas personas que se enfrentaban a problemas difíciles de superar para alcanzar su verdadero potencial. Durante el desarrollo de programas para ayudar a esas personas, he tenido la oportunidad de trabajar con voluntarios cuya dedicación me ha inspirado. En el fondo de mi corazón, siempre quise ejercer como voluntaria y ayudar a los demás. Esta oportunidad se hizo realidad hace dos años cuando comencé a trabajar con Sherry Weinstein, directora del PEP, y otras personas procedentes de diferentes lugares del mundo organizando e implementando los diversos recursos que se requieren para que los equipos den inicio a los programas educativos en sus comunidades.
TPRF: ¿Puedes darnos una idea del tipo de apoyo que ofrecen para el equipo de voluntarios del PEP?
M.K.: En estos momentos trabajamos con varios equipos compuestos por dos o más personas que facilitan diversos servicios de apoyo. Disponemos de un equipo de comunicaciones que trabaja junto a otro de operaciones; uno de materiales y otro que contesta a los correos. Hay otros grupos que apoyan al PEP, como el de logística, el de capacitación y los que actúan como monitores para ayudar a los voluntarios a poner en funcionamiento los programas. Ayudé a Sherry con estas funciones antes de que los diferentes equipos comenzaran su labor. Se ha recorrido un largo camino en un tiempo relativamente corto. Me gustan los grupos de apoyo porque cuando varios individuos forman un equipo pueden conseguir mayores objetivos.
TPRF: ¿Cuáles son tus funciones específicas como directora de comunicaciones internacionales?
M.K.: Organizo una conferencia para los voluntarios del PEP de todo el mundo el segundo sábado de cada mes. Los temas que tratamos se refieren habitualmente a la puesta en funcionamiento y las formas de facilitar los programas en las diferentes comunidades. También analizamos el PEP en diferentes ámbitos, como centros de jubilados, hogares geriátricos, hospitales, escuelas y centros penitenciarios. El programa tiene un crecimiento vertiginoso.
TPRF: ¿A qué te refieres con un «crecimiento vertiginoso»?
M.K.: Me refiero a que se expande rápidamente. En octubre de 2013, por ejemplo, 13 391 personas asistieron a los 47 talleres en 103 lugares en el mundo. Además, la demanda del PEP para centros penitenciarios, escuelas, hospitales y otras instituciones está aumentando considerablemente.
Para dar soporte a este crecimiento, los equipos de traducción están produciendo materiales en más idiomas. El interés continúa creciendo y cada vez hay más personas que desean presentar el curso en sus comunidades. También damos cobertura a aquellos que no habían tenido contacto con la Fundación o con el mensaje de paz de Prem Rawat, y ahora se muestran interesados en impartir los talleres. Cuando sumas todo eso, hablamos de un crecimiento considerable.
TPRF: ¿Hay algo más que le gustaría compartir con nosotros?
M.K.: Imparto un taller del PEP en el centro penitenciario Maplehurst, situado a una hora de distancia de Toronto, lugar donde resido. El taller se imparte en el Centro para Mujeres Vanier. Realizar esta labor como monitora me ha dado realmente una perspectiva de la labor administrativa y de comunicación que he llevado a cabo. Las clases me permiten comprobar personalmente el resultado final de todo el esfuerzo realizado en el PEP.
Soy testigo de cómo disfrutan los participantes. Los estudiantes tienen la oportunidad de verse reflejados mientras escuchan y sienten las sorprendentes palabras de paz de Prem Rawat. El mensaje se presenta de una forma efectiva y cercana. Es una experiencia conmovedora, de humildad y gratificante; da un giro a las vidas. Me siento como un surfista que ha alcanzado una gran ola. Soy una privilegiada por la parte que me toca.











