Gracias a los voluntarios que presentaron el el Programa de Educación para la Paz en los recientes congresos de La Asociación Canadiense de Justicia Criminal y, que han escrito este artículo sobre su experiencia.
A finales de 2019, el equipo de voluntarios de Canadá presentó el Programa de Educación para la Paz, de la Fundación Prem Rawat, en el Congreso Nacional de la Asociación Canadiense de Justicia Criminal (CCJA) y en el Simposio Nacional de Justicia Restauradora (ACJP). Las dos organizaciones atrajeron a un distinguido grupo de académicos, jueces, representantes gubernamentales, políticos y criminólogos, quienes pudieron comprobar gratamente que el PEP (Programa de Educación para la Paz),era una herramienta muy útil para la tarea de ayudar a la gente.
Primero asistimos a la conferencia bianual de la CCJA, que este año se celebró en colaboración con la “Société de Criminologie du Quebec” en la bonita e histórica ciudad de Quebec, Canadá. La variedad de sesiones plenarias, películas, investigaciones y servicios utilizados para apoyar a las víctimas y a los reclusos, de una forma humana y reparadora fue evidente durante todo el congreso que celebraba 100 años de justicia penal. Una celebración con visión de futuro para apoyar iniciativas e investigaciones que ayuden a las personas a realizar cambios en su vida de forma consciente y a recordar su esencia.
El Programa de Educación para la Paz encaja bien en este contexto debido a su probada capacidad para ayudar a los participantes a tomar mejores decisiones y a tener una vida más satisfactoria.
Nos cedieron el hall principal del hotel para presentar el Programa de Educación para la Paz. Un emplazamiento estupendo entre los 450 delegados y, el flujo de personas que pudo acercarse a nuestro stand se mostró muy interesado en saber cómo integrar el programa en sus iniciativas. Asistimos también a plenarios y seminarios, lo que nos ayudó a contactar tanto a los presentadores como a los delegados. Nos dieron una cálida bienvenida y elogiaron el papel que el Programa de Educación para la Paz puede desempeñar entre los profesionales de la justicia penal.
El Simposio Nacional de Justicia Reparadora se celebró en Banff, Alberta, donde un voluntario presentó el Programa de Educación para la Paz. El tema de este congreso nacional era ” Diversas perspectivas, soluciones significativas”, con delegados de Canadá, Alemania, Brasil y Nueva Zelanda. Fue una gran oportunidad para conocer y establecer lazos con personas comprometidas con la justicia restauradora, la reconciliación, la amnistía y la verdad. Pudimos presentar el Programa de Educación para la Paz a un grupo de profesionales y voluntarios que se mostraron receptivos.
Asistir a estos congresos de justicia penal y restauradora ayuda a que el Programa de Educación para la Paz crezca y gane reconocimiento internacional por cómo mejora la vida de las personas. Los que asisten a estos eventos son personas muy apasionadas por su trabajo y apreciamos haber podido presentar el PEP para que puedan integrarlo en su labor humanitaria.
Una de ellas es una senadora canadiense que ha dedicado gran parte de su carrera a la población carcelaria. Cuando terminó su intervención sobre la reforma penitenciaria, se acercó y se llevó los materiales del Programa de Educación para la Paz para estudiar su contenido e idoneidad. Otro participante que conocimos está planeando convertirse en el primer coordinador del Programa de Educación para la Paz en la zona noroccidental de Yukón, ofreciendo talleres para jóvenes socialmente desfavorecidos.
También conocimos a un profesor de una universidad de Calgary que está pensando mostrar “Inside Peace” en sus charlas internacionales sobre la reforma penitenciaria, incluido un próximo evento en la Universidad de Bhubaneswar en India. “Inside Peace” es un documental galardonado que muestra de forma abrumadora cómo el programa transforma la vida de los reclusos de Texas
A partir de ahora, nuestro equipo de voluntarios hará un seguimiento y fortalecerá los contactos realizados en el congreso. Estamos deseando ver cómo esas personas que conocimos comienzan a ofrecer el Programa de Educación para la Paz en sus organizaciones y comunidades.











