Sentirse de nuevo como un ser humano

El día 3 de abril de 2012 una lúgubre sala de la cárcel en Ezeiza en Argentina se transformó en un lugar lleno de expectación y esperanza. Marcela Isaurralde es una de las voluntarias que presenta las clases del programa educativo para la paz Peace Education Program (PEP) que se imparten en el centro penitenciario. Marcela nos cuenta en primera persona la visita que Prem Rawat realizó a la cárcel de mujeres en Ezeiza.

“Nuestros días en prisión están envueltos por la pena y la tristeza.
Nuestros días en prisión son interminables, tan solitarios.
Pero hoy ha sido maravillosamente diferente:
Hoy, ¡Prem Rawat vino a visitarnos, a hablarnos!
¡Sí, aquí! En un lugar donde casi nadie viene a visitarnos, casi nadie quiere hablar con nosotras, casi todos nos han olvidado. Pero Prem Rawat no nos ha ignorado, no nos ha olvidado”.

Stella es una vigilante muy servicial que asistió a la conferencia ofrecida  por  Prem Rawat en la cárcel de Ezeiza en septiembre de 2010. Desde entonces, ha compartido los DVD y materiales con amigos, familiares y otras vigilantes, y hasta tuvo la oportunidad de repartirlos en lugares de la cárcel donde el acceso a los voluntarios estaba está restringido. Gracias a su inestimable ayuda, muchas de las internas han podido leer y escuchar a Prem Rawat. Hoy, esas internas estarán en el evento. Mientras se preparaba el montaje, las reclusas que asistieron al evento con Prem Rawat en el 2010, animaban a todas, incluidas las vigilantes, a que estuvieran presentes y comentaban los momentos inolvidables del anterior evento.

Cuando el montaje concluyó, comenzaron a llegar las internas. Algunas caminaban apesadumbradas, como si cargasen con un sentimiento de dolor y sufrimiento. Otras llegaban agitadas, charlando entre ellas y con una risa nerviosa, mientras formaban una fila. Aquellas que escucharon a Prem Rawat en la ocasión anterior, entraron alegremente, con un sentimiento de entusiasmo y agradecimiento.

Cuando el Sr. Rawat entró a la sala, todo el mundo se puso en pie y comenzó a aplaudir. Y cuando comenzó su discurso, algo en el interior de las internas pareció cambiar, como si la apreciación por sus palabras y la comprensión, brotaran de sus corazones. Una sed auténtica se saciaba. Prem Rawat transmitía tanta paz y esperanza en sus poderosas y compasivas palabras. Era como si un viejo amigo las tomara de la mano y las guiara. Su mensaje les llegó , de una manera tan simple y bondadosa. ¡Era el tiempo de dejar volar al corazón, era la hora de sentirse como un ser humano de nuevo!

Conforme transcurría el evento, algunas de las internas tuvieron la oportunidad de hablar con  Prem Rawat, de expresar su aprecio por él y por su mensaje y otras se acercaban a él para expresarle su agradecimiento.

Una vez concluido el evento, todo el mundo se puso en pie y comenzó a aplaudir alegremente y sin cesar. Más tarde , despacio y con tranquilidad , las internas fueron abandonando la sala, mientras sus hermosa caras sonrientes hablaban por sí mismas. Las más problemáticas, nos abrazaron. Con lágrimas en los ojos, nos daban las gracias mientras repetían, una y otra vez: “Por favor, dadle nuestro agradecimiento a Prem Rawat. Por favor, no lo olvidéis”.
Hoy, el mensaje de Prem Rawat ha tocado el corazón de todos, de las reclusas, de las vigilantes, los funcionarios, del sacerdote y de los voluntarios.
Algunas de las internas lo expresaron de una manera muy hermosa:

Me he encontrado a mí misma con sus palabras.
Hoy he sentido paz y esperanza.
Es todo lo que deseaba para mí.
Es todo lo que necesito ahora.
¿Verán las internas a Prem Rawat de nuevo?
¿Cuándo? ¿Dónde? ¡Quién sabe!
Pero sus corazones saben que retendrán para siempre
el perfume de paz y esperanza
que han sentido hoy.
GRACIAS POR VISITARNOS EN LA UNIDAD 31

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