Mientras Haití se reconstruía tras el terremoto que sufrió, de una magnitud 7.0, las condiciones para una epidemia de cólera se estaban gestando.
El cólera se produce por la acción de una bacteria que crece en el agua contaminada y sin tratar. Afecta al tracto digestivo humano, produciendo diarrea y vómitos. El tratamiento de la infección puede durar toda la vida.
Para octubre de 2010, diez meses después del seísmo, más de un cuarto de millón de haitianos habían enfermado, y algunos de ellos murieron a consecuencia de la enfermedad, que finalmente se propagó por todo el país.
La Fundación Prem Rawat (TPRF, por sus siglas en inglés) donó 50.000 dólares norteamericanos a Mercy Corps para que la epidemia pudiera ser controlada en aquellos campamentos de alto riesgo, que se levantaron alrededor de la capital, Puerto Príncipe. Se ha editado un video de 2 minutos que describe el programa de Mercy Corps para apoyar a los supervivientes a detener la propagación de la enfermedad. El video está disponible en inglés, pero las imágenes hablan por si solas.
Gracias a la participación de la TPRF y a otras organizaciones que han hecho donaciones, Mercy Corps, acaba de informar sobre estas historias, que reflejan la mejora en las condiciones de vida:
Delino Baptiste
El hogar de Delino Baptiste no fue alcanzado por el seísmo, pero temía continuar viviendo allí. Esta persona anciana caminaba por el campamento con un pie herido y sin medios para poder ser atendido por un médico, así que moverse por el campamento era complicado. Para sus necesidades básicas, dependía de que los residentes del campamento le echaran una mano. La distribución por parte de Mercy Corps de materiales de salvamento, tales como jabón, tabletas purificadoras de agua, tabletas de sal hidratada, cubetas de agua limpia, y boletos reembolsables de agua limpia, ha significado que Delino no dependerá de los demás y podrá cuidar de él mismo.
Constana Beaussou
Cuando el terremoto dañó la casa de Constana Beaussou, esta se acurrucó junto a sus vecinos en la calle. Al día siguiente, Constana se dirigió al campamento, instalando una manta a modo de tienda de campaña provisional para guarecerse de las inclemencias del tiempo. Finalmente, le entregaron una tienda. La distribución de productos de higiene y agua limpia en el campamento le ha permitido sobrevivir y continuar, incluso cuando no tenía dinero alguno.
Josette Sainville
Antes del terremoto, Josette Sainville y su pareja Jean Sainele Sainrilus vivían en Delmas, junto a sus tres hijos. El seísmo resquebrajó su casa, forzándoles a incorporarse al campamento. Antes de que comenzasen las distribuciones, la pareja compraba agua en las calles. No siempre se trataba de agua limpia, pero de todas las maneras la bebían. A veces, incluso el agua se convertía en un artículo de lujo que no podían permitirse. Hoy en día, esta familia dispone de agua limpia y otros suministros garantizados, lo que es esencial para su supervivencia.
Neal Keny-Guyer, ejecutivo jefe de Mercy Corps comentó que la donación de la TPRF ha ayudado al programa de la organización Agua, Sanitarios, e Higiene (WASH, por sus siglas en inglés) hasta junio de 2011.
Nada de esto hubiera sido posible sin la inestimable confianza de organizaciones como la Fundación Prem Rawat, comentó. En nombre de todos los que se benefician de su generosidad, gracias por asociarse a Mercy Cops para marcar una diferencia positiva y perdurable en el mundo de hoy en día.











